El secreto del Bosque Viejo es una novela de escritura gozosa, imaginación pródiga y una mezcla de fantasía y sentimentalismo que alcanza raras cúspides poéticas. La prosa que emplea Buzzati está impregnada de sugerencias mágicas y de inquietantes alusiones, abunda en episodios aparentemente realistas, que pronto revelan una secreta tensión alegórica y , sobre todo, una densa angustia ante los mecanismos despiadados de la naturaleza y el destino. El paisaje montañoso y desolado, como en casi todas sus novelas, adquiere un protagonismo que no pasará inadvertido al lector. El final es agridulce, alejado de cualquier sensiblería convencional.