AA.VV
A partir de 2008, cuando comenzó a derrumbarse el castillo de naipes de la bonanza inmobiliaria y financiera, el mundo occidental se sumió en una crisis económica, social y política de la que todavía no ha empezado a recuperarse. La otra cara de los sombríos indicadores económicos -recesión, desempleo, pobreza- son las historias de las personas de carne y hueso, aquéllas que padecen los excesos de un sistema despiadado y demencial, que parece no tener otro fin que servirse a sí mismo... y a los altos ejecutivos que se enriquecen a toda costa.
Como respuesta a esta situación, los editores de la prestigiosa revista neoyorquina N+1 pusieron en marcha una página web donde invitaban a la gente a compartir sus experiencias de abuso y desahucios a manos de los bancos y demás monstruos financieros, en forma de cartas enviadas a las propias instituciones. El problema son los bancos. Cartas a Wall Street es una selección de las 150 mejores cartas, entre las más de 8 000 que recibieron. Además de la indignación compartida, las cartas revelan una fuerte dosis de humor, de ironía y de estupefacción ante un atraco institucionalizado, consentido por todos los gobiernos occidentales. Una y otra vez, surge la misma pregunta, lanzada a los responsables de dirigir el saqueo: ¿Cómo pueden dormir por las noches?