En América Latina nos hemos debatido entre los excesos del Estado y la falta de Estado, sin explorar seriamente un camino intermedio. Por eso es tan difícil construir una sociedad democrática y ordenada a la vez, que reconcilie a los ciudadanos con la autoridad. Este libro hace una defensa del orden, de la moral y de la autoridad, sin caer en la visión autoritaria de los conservadores sobre estos valores. Es, para decirlo con palabras del mismo autor, una defensa progresista de principios que han sufrido una vertiginosa erosión en los países latinoamericanos, y en particular en Colombia. En no menor medida, también es una invitación a redefinir el papel de la izquierda en el mundo contemporáneo.