JÜNGER, ERNST
En sus años berlineses Ernst Jünger -más allá de las reflexiones teóricas sobre la fotografía escritas al hilo de algunas de sus obras- elaboró como editor literario/autor en cuatro fotolibros, género que despuntó con notable pujanza en la Alemania de Weimar. Los dos primeros -"El rostro de la guerra mundial. Vivencias del frente de los soldados alemanes" (1930) y "Aquí habla el enemigo. vivencias de la guerra de nuestros adversarios" (1931)- versaban sobre la Iª Guerra Mundial. En los dos siguientes, que por primera vez ahora se publican después de su edición original, aquella guerra persiste como un elemento impostergable de los temas tratados.
"El instante peligroso" (1931) aborda la abrupta irrupción en la vida de un peligro debido a la moderna guerra tecnificada, la quiebra del sistema liberal, la violencia política, la ruptura de ingenios técnicos o las catástrofes naturales. Lo componen más de cien fotografías elegidas por Jünger entre las ya publicadas en periódicos, libros y revistas ilustradas, a la vez que dieciocho informes sobre situaciones peligrosas debidos a autores como E. Von Salomon, Hemingway o aparecidos en ediciones populares. Textos e imágenes se combinan con la intención de mostrar que el peligro no es un error de la razón, sino el resultado de su despliegue técnico, de forma que ahora el accidente deviene necesario.
"El mundo transformado. Cartilla ilustrada de nuestro tiempo" (1933) versa sobre la tansformación del mundo amanecido en la primera posguerra mundial, también del individuo y la masa, a causa del dominio de la técnica. Carente de toda apoyatura textual a excepción de su prólogo, los pies de foto o las frases que cruzan las páginas, supone una temprana y perspicaz conciencia del advenimiento de una cultura de movilización de masas definitivamente ligada a la imagen. Pero también es una intervención en el debate sobre la fotografía, desarrollado en Alemania a partir del año 1925, entre los partidarios de "La nueva visión" y los de "La nueva objetividad", debate en el que participaron escritores como Thomas Mann, Tucholsky, Döblin, Brecht, Walter Benjamin o Sigfried Krakauer. Con todo, a Jünger no le interesan las fotografías una a una, tampoco el foto-reportaje. Su interés radica en el acertijo visual que conforma y exige el magma de imágenes que genera la sociedad tecnificada.
Híbridos de reflexión política, metapolítica y antropológica, en estos fotolibros Jünger aparece como un pensador de su tiempo extraordinariamente sensible al desarrollo de las nuevas formas de representación cultural y movilización social.
Ernst Jünger (Heidelberg 1895-Wilflingen 1998) fue herido múltiples veces en la guerra del catorce, de cuya experiencia surgieron "Tempestades de acero" (1920), que Borges consideró el único libro épico del siglo, o "El combate como vivencia interior" (1922). Posteriormente, cursa estudios de ciencias naturales -a su pasión por la entomología dedicará "Cazas sutiles" (1967)- y se interesa por la filosofía en la Universidad de Leipzig.
En 1927 se traslada a Berlín, conoce a Carl Schmitt, traba relaciones con varios personajes de la Revolución conservadora y publica "La movilización total" (1930) y "El trabajador" (1932). En 1930 comienza su correspondencia con Heidegger, dedicándole "Más allá de la línea y otros ensayos".
En 1933 abandona Berlín y rechaza la oferta de los nacionalsocialistas de ingresasr en la "Deutsche Akademie der Dichtung" o un escaño en el "Reichstag". Publica entonces "Sobre el dolor" (1934), "Juegos africanos" y la novela "Acantilados de mármol" (1939), considerada un ejemplo de resistencia interior. La segunda guerra la pasa en París, como oficial adjunto al estado mayor. En 1944 se distribuye clandestinamente "La Paz", esbozado en 1941, se edita finalmente en Bélgica (1945). Dedicado a su primogénito, muerto en combate tras ser detenido por conspiración, puede leerse allí una denuncia del holocausto y un proyecto de construcción política europea posterior a la necesaria derrota alemana. Con todo, se le prohíbe publicar en Alemania hasta 1949. Tras sus experiencias con LSD "Acercamientos. Drogas y ebriedad" (1950).
En 1950 se le concede la Medalla de la Paz de la ciudad de Verdún; en 1984 F. Mitterrand y H. Kohl le invitan a los festejos por la reconciliación franco-alemana.
En 1978 aparece una segunda versión de sus voluminosas obras completas -donde destacan sus diarios, "Radiaciones"- que no ha cesado de crecer.