El Fantasma del Rosario es una novela de fantasmas, posesiones, intriga y amor. Fundamentalmente de esto, de amor. No porque haya una historia romántica (que de algún modo la hay), sino porque somos testigos de la influencia que el amor ejerce sobre las personas. En cierta forma, Marisa Vicentini nos muestra cómo el amor es, al mismo tiempo, la mayor bendición y la peor de las maldiciones. Nos puede dar una razón para vivir de la misma forma que (con su ausencia) nos puede llevar al extremo de abandonar la vida aun antes de morir.