La ceremonia de iniciación de la nobleza incaica se celebraba en el Cuzco. Paucar Guaman, kuraka de Huácar, se sentía con nuevas fuerzas para enfrentar las jornadas venideras. Ya nada malo podía sucederle. Sólo le quedaba un recurso: obtener que el Inca Huayna Capac, le concediera una audiencia privada para develarle los secretos que le atormentaban.