Hasta el momento, la -ciencia económica- ha sido concebida como una fuerza que, desde posturas tecnocráticas y economicistas, se ha impuesto de forma hegemónica en la planificación social, siendo en realidad únicamente una mezcolanza de proposiciones científicas, recetas técnicas, instrumentos analíticos, idearios políticos y propaganda política. Max-Neef nos propone una comprensión de la estructura y dinámica de aquellos aspectos de las actividades sociales que denominamos -sistema económico- desde la perspectiva de la atención de las necesidades humanas básicas, incluidas dentro del marco social y ecológico.