SCHKOLNIK, SAÚL
"¡Qué maravillosa soy y qué importante!", dijo la flor. "¿Saben que el agua de la laguna, la tierra, el sol, el aire, todos, todos trabajan para que yo exista?". "¡Claro!", dijo la mariposa que revoloteaba y con su larga trompa comenzó a beber el néctar de la flor. Luego, se fue volando, iba tan distraída que no se dio cuenta de que una libélula la observaba...