TOVAR PINZÓN, HERMES
Basta observar nuestra realidad cotidiana para comprender que en esta república de tantas geografías y gentes dispersas y diversas, vegetan y florecen las nueces del delirio y los ingenios de realidades fantasiosas y de pasiones contrahechas. En esta Colombia ejemplar vegetan quienes suponen que el cohecho es delito de uno, que la traición a la patria elige presidentes, que el robo millonario a seres indefensos hace magistrados, que la expropiación de tierras eleva a sus promotores a niveles ministeriales, que la compra y venta de votos hace congresistas y que el crimen tiene inmunidad cuando se trata de familias poderosas.