GIRALDO, LUZ MARY
Contar la vida como contar los pasos es una antología de cuentos que pretende concentrarse en las escrituras de algunas narradoras contemporáneas de distintas partes de Colombia que están en constante proceso de creación, unas con mayor trayectoria que otras, pero todas con el deseo de contar, de poner en el papel esos mundos de su realidad más íntima o más externa, que al pasar a la ficción reflejan deseo y tortura, dependencia y rebeldía, satisfacción y frustración, libertad y acción, fantasía, imaginación y realidad.
En los 62 cuentos que contiene este libro está la vida con todas sus variantes, la gravedad de la mano de la levedad, desde la perspectiva de mujeres que, sin perder el hilo del lenguaje, tejen historias ampliando el punto de vista del mundo, del país, de las regiones y de los conflictos individuales y colectivos. No dejan de sorprender los cuentos con significaciones fantásticas, claramente compenetrados con experiencias personales o con la fascinación por lo arcaico ancestral; las dolorosas manifestaciones sobre la violencia alternan con el amor y las transgresiones; los sucesos que marcan los días y las noches a veces revelan la prolongación de fantasmas y miedos infantiles, fabulaciones, angustias sobre la maternidad o la condición humana, sutiles evocaciones de
historias tenebrosas o angustiosas, situaciones esquizofrénicas o insólitas y hasta con determinante o incisiva ironía la más rotunda aspiración a la felicidad. Algunas autoras prefieren las composiciones breves, esas que condensan en un solo párrafo o un poco más la complejidad de la existencia, aristas de la realidad que conmueve, una instantánea; otras se detienen en elaboraciones más largas, en un proceso narrativo en el que poco a poco se deshilvana lo que va a suceder, mientras otras apelan a la fragmentación y desenvuelven el ovillo por partes.
Como diría Roberto Burgos Cantor, estos cuentos apelan a la escritura, como si esta permitiera la lectura de los signos, de las pistas que la vida pone aquí y allá, y entender su figura, su significación más amplia que el acontecer personal, el cual rebasa para mostrar que cada quien es un todo que se debe descubrir.