HERRAN, MARIA TERESA
Ciro angarita retador Por María Herran ,Todo en él fue enseñanza. Las debilidades de su cuerpo perdieron toda jerarquía ante la fuerza y el ímpetu de su formidable espíritu, y ellas, lejos de avasallarlo, fueron dóciles a toda búsqueda, y el mundo, en su extensión y belleza, se rindió a sus pies. Desde el trono de su silla de ruedas, hoy emblema del triunfo del espíritu sobre la materia, reconoció el gozoso placer de la vida y la generosidad de cada elemento de la naturaleza. La palabra, en él servía para encontrar otras palabras. E l significado descubierto se ofrecía como peldaño para el siguiente. Siempre supo que su oficio tenía algo que ver con la eternidad, puesto que aprender era la aventura alegre, en cuanto carecía de final.