BELLATIN, MARIO
«Preguntan ahora que quién es el autor, y la respuesta es que no hay. El verdadero creador, Isaías, es la luz sobre la luz.»
Dos hermanos ciegos viven internados en un centro psiquiátrico. Su comunicación es complicada: él es sordo y ella escucha parcialmente gracias a una operación. Mediante una pequeña computadora que ella lleva siempre colgada al cuello, consiguen salvar este obstáculo. Pero no es el único: la colonia es atacada frecuentemente por perros callejeros que suelen matar a sus habitantes y devorarlos.
Hasta allá llega un día un escritor fallido para dar un seminario literario basado en la novela Las vacas, de Lydia Davis. El hombre, un tal Bellatin, propondrá a los internos que escriban juntos un libro en una semana, una obra conjunta que parezca de una sola persona. Esta historia, escrita por ella y leída por él, se moverá entre diversos mundos y será al mismo tiempo ficción y realidad, un incesto, un barco asediado: cualquier cosa que imaginen los habitantes del centro psiquiátrico gracias al poder de la literatura.
Este texto estuvo bajo el cuidado de la señora Guillermina Olmedo y Vera.
La crítica ha dicho sobre el autor:
«Vanguardista, cosmopolita, una potente voz literaria en primera persona que atraviesa mundos repletos de máscaras.»
El País
«Bellatin profesa una fe en la imaginación creadora de realidades y en su estructura dialógica, inacabada. Pensemos en su obra como un gran salón de espejos colocados: unos deforman y otros devuelven un reflejo revelador y aséptico. Las imágenes se cruzan y, en el centro del salón, una sola figura registra y se multiplica hasta el absurdo: es el propio Bellatin o, mejor dicho, un personaje de ficción que se sacrifica en cuanto empieza a construirse como relato.»
Carlos Prado, El País
«Un escritor travieso con un ojo y un oído especiales a la hora de captar lo inusual [...]. Una delas principales voces en el ámbito de la ficción experimental en español.»
The New York Times
«Convencido de que no queda nada digno de ser narrado, Bellatin registra procesos. Pone en escena un dispositivo y, con él, su mueca irónica: detrás de esta retórica firmemente construida encontramos a un sombrío humorista, el redactor de comedias para desollados vivos.»
Letras Libres
«Novela corta, como Salón de belleza, turbadora y oscura, y protagonizada, como ocurre en la mayor parte de su literatura, por personajes que están al límite tanto física como intelectualmente.»
Álvaro Soto, Diario Vasco