Dell Parsons tiene quince años cuando sucede algo que marcará para siempre su vida: sus padres roban un banco y son detenidos. Su mundo y el de su hermana gemela Berner se desmorona. Siempre habrá un antes y un después de ese acontecimiento. Nada volverá a ser lo mismo, porque se ha traspasado un límite y no hay vuelta atrás.
Con los padres en la cárcel, Berner, llena de resentimiento, decide huir de la casa familiar en Montana. A Dell, un amigo de la familia le ayudará a cruzar la frontera canadiense con la esperanza de que allí pueda tener una segunda oportunidad. En Canadá se hará cargo de él Arthur Remlinger, un americano enigmático y carismático cuya frialdad oculta un carácter sombrío y violento. Y en ese nuevo entorno de prados y cielos que se pierden en el horizonte, Dell reconducirá su vida y se enfrentará al mundo de los adultos, aunque para ello deba encararse a Remlinger.
Una bellísima y profunda novela sobre la pérdida de la inocencia, sobre los lazos familiares y sobre el camino que uno recorre para alcanzar la madurez. Un libro de aliento épico sobre los ritos de paso de la adolescencia que confirma a Richard Ford como uno de los ineludibles maestros en activo de la literatura norteamericana.
«Un diez absoluto. Una madurez que deslumbra pero también conmueve. Hay muchos libros excelentes, pero son contados los que apelan con igual fuerza a nuestro corazón y a nuestro cerebro» (Rodrigo Fresán).
«A los que piensen que Ford había alcanzado ya la cumbre, Canadá les hará cambiar de opinión. ¿Qué decir de novela tan hermosa? Un epílogo estremecedor, lo mejor que ha leído este crítico en mucho tiempo» (Sergi Sánchez, El Periódico).
«Si alguien quiere descubrir lo que diferencia una obra literaria de un producto de consumo, que lea Canadá. Sin sentimentalismos, Ford emociona a cualquier lector» (Fernando R. Lafuente, ABC).