Se trata de una novela peculiar, de ritmo salvaje, atravesada por un humor bufonesco e irreverente, pero también cargado de ternura hacia unos personajes tan abandonados por la suerte como conmovedoramente esforzados en recobrarla. Navona Negra recupera esta novela de Salem para incluirla en la misma colección en la que se publicó Muerto el perro, en enero de 2014.