MORGAN, MICHAELA
Más que nada en el mundo a Bety le gusta ser útil. Un día cuando se divertía chapoteando con los demás hipopótamos, se escuchó un grito...- ¡Cuííc! ¡Cuííc! -¿Se atoró en un árbol un pobre monito? ¡Ése es un trabajo para mí! -Espera, Bety, los monos saben... -le dijo Arturo, el mayor de los hipopótamos. Demasiado tarde, Bety ya se alejaba corriendo.