SILVA ROMERO, RICARDO
¿Qué es lo peor que puede pasarle a un comentarista deportivo?
El comentarista deportivo Pepe Calderón Tovar, fanático del fútbol desde que tuvo uso de corazón, se queda sin voz cuando es testigo de aquel autogol fatal que Andrés Escobar metió en el partido de Colombia contra Estados Unidos en el mundial de 1994.
Días más tarde, después de un recorrido delirante por su pasado, su salud mental y los hechos sórdidos que sucedieron en la selección Colombiana de aquellos años, toma la decisión de asesinar al jugador. Y emprende una pesadilla que terminará involucrándonos a todos.
La crítica ha dicho:
«No solo es una apasionante novela sobre el fútbol, sino uno de los mejores libros para entender al país; un trabajo literario impecable, minuciosamente documentado, que interpreta como pocos la epilepsia emocional que es ser colombianos, y que habla por una generación entera a la que Silva interpreta como nadie. Una novela inolvidable».
Daniel Samper Ospina, Soho
«Sin señalamientos ni indagatorias, pero sí con notable rigor y sarcasmo en dosis exactas, esta obra escarba en el que seguramente es el más doloroso de nuestros traumas nacionales recientes y, en últimas, dice lo que nadie quiere oír: no importa tanto quién mató a Andrés Escobar como saber que lo pudo haber hecho cualquiera de nosotros».
Federico Arango Cammaert
«Sin siquiera sospecharlo, el destino de Andrés Escobar y del Gordo Pepe Calderón Tobar estaba marcado por el resultado del partido Colombia - Estados Unidos y el autogol simplemente desencadenó la maldición. La ilusión de la participación de Colombia en el Mundial de 1994 terminó en la tragedia de la cual aún no nos recuperamos. El libro es una fotografía cruda de nuestro país, pero no por ello debemos perder la esperanza de que nuestro fútbol algún día cambie y se convierta en el reflejo de nuestras alegrías y no sea el espejo de nuestras pesadillas».
Carlos González Puche, director de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales.
«Autogol parece ser la novela sobre una ira colectiva "disfuncional" que no halla consuelo tan rápidamente y que excede, con mucho, los límites de lo deportivo. Por eso allí es interesante dirigir la mirada, tanto a través de esta ficción como por fuera de ella, a esa sociedad en la que hay bases fértiles para tremenda locura».
Andrés Bacigalupo, periodista deportivo (en Revista Replicante)
«Es un autogol no leerla».
Antonio García