BETANCOURT, DAVID
Sería inconcebible hablar de la historia de la literatura sin incluir el humor en ella. Desde las comedias de Aristófanes, hasta las extravagancias rabelesianas, el humor ha encontrado un magní?co maridaje con la buena literatura. Kennedy OTooley, más recientemente Junot Díaz, son apenas dos exponentes de maestros que han cultivado una literatura de primer nivel henchida de humor, sarcasmo y parodia. En Colombia, en el siglo veintiuno, David Betancourt se erige como el gran escritor que continúa y aviva esta maravillosa tradición. Sus cuentos dejan correr por sus líneas la savia de lo cómico, lo absurdo y lo burlesco. Betancourt tiene facilidad para narrar historias, para atrapar al lector en una vertiginosa prosa que está llena de parodias, de ironías, de salidas inesperadas, de dotar a sus personajes de un irreverente desparpajo en la puesta en escena para rayar en lo desatinado y por supuesto en lo risible. No es casualidad que la protagonista de los cuentos de este libro se llame, precisamente, Risa, a través de cuyos ojos conocemos los diversos personajes de su familia, su madre, la abuela, la amiga, el abuelo, sus novios, sus novias, sus maestros, su sicólogo. No hay página del libro en la que el lector no escape de la necesidad, casi terapéutica, de retorcerse de la risa con las ocurrencias de la imprudente e insolente Risa.