HEIDEGGER, MARTIN
Los Cuadernos negros representan una forma que, en su estilo, posiblemente resulte singular no solo en Martin Heidegger, sino en general en toda la filosofía del siglo XX. El género con el que mejor se los podría comparar sería el «diario de pensamientos» o el «diario filosófico». Pero mientras que esta designación casi siempre relega los escritos que quedan comprendidos bajo ella al margen de unas obras completas, el significado de los Cuadernos negros habrá que considerarlo sin embargo aún en el contexto del «pensar inicial» de Heidegger.
Esta cuarta entrega de los Cuadernos negros contiene las «Anotaciones I-V», que arrancan cuando se inicia la derrota alemana en la guerra mundial y prosiguen en la inmediata posguerra. Al comienzo de las «Anotaciones IV» Heidegger cita la siguiente frase de Leibniz: «Quien solo me conoce por mis libros no me conoce». Esta frase da una indicación sobre el significado de los Cuadernos negros en su conjunto. Ellos constituyen unos singulares manuscritos escritos al margen de la esfera pública. Incluso de forma distinta que los tratados inéditos, como por ejemplo los Aportes a la filosofía (Acerca del evento), le ofrecen a Heidegger la posibilidad de escribir sin trabas su pensar sin parar mientes en formalismos.
Reseñas y críticas:
«La publicación de los cuadernos íntimos del pensador alemán ha desatado el debate sobre si su antisemitismo contaminó o no toda su filosofía». (Babelia, El País)
«Juicio póstumo a un pensar sin compasión. La filosofía de Heidegger no sólo encaja sino que ahorma el nazismo. Lo demuestran sus diarios, los 'Cuadernos negros'. Quizá por eso pidió que se publicaran al final de sus obras completas, tras noventa y cuatro volúmenes de pensamiento». (Reyes Mate en ABC Cultural)
«En estas páginas cabe hallar tanto las pistas de esa confrontación esencial con la técnica como destino del hombre moderno, cuanto el rastro de un hombre extraviado en su propia grandeza». (Manuel Barrios en «El Cultural», el Mundo)