PRITCHETT, V.S.
Una mujer que trabaja de secretaria de un hombre ciego descubre cómo la admiración por él va abriéndole paso al amor. La ceguera la protege: una horrible configuración en el cuerpo, que no se atreve a mostrar, le sirve de coartada y de zona de exclusión. Las dos oscuridades se atraen y se repelen como animales invisibles. Pritchett puede describir estos rituales o estos combates como nadie, con un laconismo capaz de habilitar nuevos sentidos en cada omisión, en cada espacio en blanco...