GALLARDO, HELIO
En la madrugada del 28 de junio de 2009 se llevó a cabo en Honduras un claro golpe de Estado, modalidad político/empresarial, clerical y militar que dejó en evidencia, además de la fragilidad y la vulnerabilidad de la institucionalidad estatal y gubernamental hondureña, la rigidez de la dominación oligárquica en esta fase de mundialización del capital.
Este golpe de Estado parece abrir una nueva etapa en las relaciones interamericanas. Su éxito parcial o total es un aviso estadounidense a los gobiernos y poblaciones del área: habrá interrupciones institucionales si los buenos negocios compartidos sufren bloqueos o tropiezos económicos o culturales de alcance significativo. De estos golpes surgirán gobiernos civiles (temprano o tarde electos) con apoyo empresarial, tecnocrático y burocrático, el respaldo publicitario de los medios masivos locales e internacionales y la bendición de los aparatos clericales.